Ordenando mi correspondencia:
cartas para una figura etérea, imaginaria.
Siempre quedará marcharse,
mientras quede planeta.
Estoy listo para caer,
llevaba tiempo esperándolo.

El equinoccio de otoño es mi fin de año de siempre.
Leí, como si no fuera mi padre quien lo escribiese:
"al final todo se volverá hacia dentro
en un silencio de ausencias".
Leí de un final innegable,
sabiendo me en camino;
leyendo del tiempo, del destino,
de ciudades, de signos,
llevo haciéndolo desde García Márquez.

Volveré y habrán crecido piedras en lugar de hiedras,
como vuelvo y veo parques comerciales en lugar de vega.
Generaciones precipitándose,
quizás por el río abierta la veda,
desde que marcharas con el agua brava del deshielo de la sierra
- era un bonito día de primavera-.

Su testamento será en verdad el testigo que quieran dejarme,
media vida documentada entre letras y postales,
pensando con nostalgia de cuando vuelva a la imagen que tengo delante
me obsesiona llegar a pensar que no hice suficiente
le dije: "hoy solo es un recuerdo"; y desde entonces,
no paré de recrearme...

Tiempo que se va,
tiempo que no vuelve.
Si el tiempo es lineal.
cuida tus directrices,
no importa qué figures sino si lo vives.
Si todo es temporal,
aprovechar no es apresurarse,
es sentir lo que te toca vivir en cada fase,
tener algo de que acordarse.

Mi padre hablando de Tucídides.
Mi madre recordándome que es edad de ligues.
Sollozos y quejidos:
la senectud es un largo domingo.
Mi hermana cree que ya decide,
que ya ha crecido.
Esa sensación de que falta alguien por llamar
después de los Yayos,
pero ya solo hablamos en sueños.
Yo sigo muerto en vida para algunas,
así lo decidieron.
Te podrás fiar de una persona, pero no de su destino.
Las velé hasta que acepté que nunca habría reencuentro,
que fue de aquel momento,
que a veces no eres tú ni ella si no el tiempo.

Mi intención en el camino es hacer bola
por si pierdo el sentido,
que el pasado sirva de cobijo.
Sin más, hacer camino,
que ya traerá sus rostros
y dispondrá de sitios...

Tiempo que se va
tiempo que no vuelve.
Si el tiempo es lineal,
cuida tus directrices,
no importa qué figures sino si lo vives.
Si todo es temporal,
aprovechar no es apresurarse,
es sentir lo que te toca vivir en cada fase,
tener algo de que acordarse.

"Oh mis huesos,
si algún día llegáis a ser blanca flor de almendro
cuando florezca
contad la angustia de mi secreto"
(Elena Martín Vivaldi)

Gritaba
porque más gritaba el agua
recitaba gritando
nadie te oyó me dijo al rato
si quiera yo podía oírme
sentía mi voz retumbando
por dentro
peleando contra el agua
recitaba despacio
parar el deshielo a palabras
(la impertinencia humana...
el agua siempre se abre paso)
caía en la poza en estampida
y pisaba el llanto
al rato el ruido se hizo rutinario
un silencio inquebrantable
dejé de leer
hundí los pies y las manos
miré al cielo, al bosque, al cañón y río abajo
vi esa materia etérea que reducen a polvo
sumarse, disolverse, quedarse por todos lados
en los remolinos, en las cascadas
en río Dílar, el Genil y el Darro.
El agua es vida
y vive de abrirse paso
si queda atrás y se estanca
lo vuelve todo putrefacto
Tiempo que se va
tiempo que no vuelve.
Si el tiempo es lineal,
cuida tus directrices,
no importa qué figures sino si lo vives.
Si todo es temporal,
aprovechar no es apresurarse,
es sentir lo que te toca vivir en cada fase,
tener algo de que acordarse.
(Bis)